Sábado por la noche, intento con no demasiado éxito acabar el texto para la IV pate del Amor entre Sillitas. Me está costando infinitamente más que el resto de capítulos, pero es que sin querer dar ningún detalle, hay momentos en la vida en los que estamos tan arriba que cuesta de expresar lo que sentimos. No es mi caso… Como cantas tu, Gerard, hoy camino sin dirección.
Esta tarde en Varsovia he ido a la celebración del día de la independencia del Perú. Era un entre chocante y divertido ver el 1,40 cm de las peruanas comparado con el 1, 80cm que miden las polacas. Unas hiper rubias y hiper puestas, las otras con el pelo negro y la sinceridad en la piel. Ha sido una fiesta, por encima de todo, desorganizada, pero la chispa latina vibraba en el desorden.
Pensaba en el motivo de la celebración: la independencia y la libertad del pueblo peruano. Las colonizaciones han sido uno de los grandes errores de nuestra historia. Ahora colonizamos por petróleo y me pregunto cuándo dejaremos de hacer uso de nuestro poder sobre los demás solo por el hecho de tener más fuerza.
Celebro la libertad de los pueblos, y por encima de todo, que prevalezca su identidad. En este aspecto, el pueblo polaco es un gran ejemplo, sufriendo particiones a lo largo de su historia y desapareciendo como estado independiente desde el 1772 hasta 1918. Y aquí los tenemos y en su tierra celebramos.